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o 1 BUZÓN AGENDA PARA LEER ANDANDO HUELLAS AJENAS LITERATURAENBREVE

miércoles, 28 de mayo de 2008

Primer párrafo de cuento, para evitar la sequía bloguera preexámenes


EL GATO DE LA MALETA

El abuelo nos dejó su vieja maleta como herencia. Murió despacio, seguro de sí mismo, como había sido siempre. El abuelo tenía sus cosas raras y aquel día —yo recuerdo un verano caliente, de lagartos tomando el sol hasta el último rayo de la tarde— nos pidió que le fuéramos a buscar esa maleta pequeña, de cuero, llena de pegatinas de colores, que llevaba siempre allá donde fuera. Víctor y Pedro aún no habían cumplido los siete y yo apenas pasaba de los nueve.
—La maleta, rapaces, venga, que me muero —nos había insistido—. No tengo todo el día.
Nosotros, que nunca habíamos visto al abuelo así, casi muerto, no dejábamos de mirarnos la punta de los zapatos negros que la abuela nos había hecho poner.[...]

martes, 20 de mayo de 2008

Accidentes caseros (4)

Dice mi hermano que para esconderse de verdad hay que hacerlo debajo de una alfombra. Por ejemplo la alfombra del salón.
La alfombra del salón es una ja-ra-pa —vamos, repite, niño, dilo despacio—, con flecos a los lados, con hilos por todas partes.
Para esconderse de verdad hay que colarse por una grieta (o una arruga) que alguien descuidado haya formado en la alfombra. Hay que cubrirse bien, pegarse al suelo frío, sentir la sangre fría en las palmas de las manos.
Luego hay que esperar a que salga el sol y empiece a calentarnos por encima. Acechar hasta que no se pueda más, y se necesite volver irremediablemente a la luz. Hasta que mamá diga "se ha colado una mosca en casa" y tú salgas de la grieta y ¡zas!, la atrapes de un lengüetazo.

sábado, 17 de mayo de 2008

¿Cómo podemos saber que esto no es un sueño?

—Entonces, ¿cómo podemos saber que esto no es un sueño? —decía Ana.
El fotógrafo levantó la cabeza sobre la cámara.
―Un poco más a la izquierda, Marcos ―me dijo.
Yo, obediente, me apreté un poco más. Ella seguía cuchicheándome aquello del sueño.
―Los sueños no tienen el cielo de color azul ―le dije.
Pero al volverme hacia ella vi que se había quedado congelada. El fotógrafo también, con la foto en la mano. Se la quité y la miré. Al lado de Ana empezaba a aparecer una silueta. Dí un paso atrás y sacudí la foto, con todas mis fuerzas. Aquella silueta, me dije, no debía aparecer del todo.

viernes, 9 de mayo de 2008

Se oye un murmullo fuera de la casa

—¿Sabe? ¿Esos patos que hay siempre nadando ahí? En primavera y eso. ¿Sabe usted por casualidad dónde van en invierno?
J.D.SALINGER
El guardián entre el centeno (1945)


Ahora, sentado aquí, escribiendo estas líneas, estoy bastante seguro de que los pájaros de Hansel y Gretel han terminado de picotear nuestros cuentos y ya no nos queda comida para alimentarlos.
Wilhelm no me deja asomarme a la ventana. Me ha pedido que escriba esto y lo deje sobre la mesa. No me ha dicho nada más. Se oye un murmullo fuera de la casa cada vez más fuerte. Temo que ahora vengan a por nosotros.

domingo, 4 de mayo de 2008

Preguntas directas

A la mujer indecisa le gusta —podría decirse que adora— que le hagan preguntas directas. Porque ella es sincera, sobretodo. Siempre ha pensado que no sería capaz de decirle una mentira a nadie.
Pero si a la mujer indecisa le hacen una pregunta indirecta ella se bloquea, le tiembla la cabeza y no puede mirar fijamente a ningún lado. Si no le hacen una pregunta directa contestará cualquier cosa. A saber:
—No lo sé. No guardo hielo debajo de la cama —dirá si alguien le pregunta cómo se lo pasó en la fiesta de trabajo del sábado pasado.
—Lo siento, pero no colecciono cacahuetes —le contará a cualquiera que le pregunte por la dirección de una calle.
Ella prefiere cosas así:
—¿Están terminados los informes del viernes? —le preguntará su jefe.
Ella, satisfecha por la pregunta, sonreirá de oreja a oreja y mirará profundamente a los ojos del hombre que es su jefe (aunque no sabría decidir si es lo bastante guapo para ella), él le devolverá la mirada hasta que ella diga, con una seguridad aplastante:
—No. Los informes no estás terminados.