Nuestras tardes del té
Lloraba sobre la tetera. Creo que por eso íbamos siempre a tomar el té allí, en su casa. Era extraño. Incluso fuimos la tarde que murió Elena. Nos reunimos en su casa, como siempre, y ella trajo los tés.
—He llorado sobre la tetera —nos confesó.
Repartió las tazas y fuimos tomando sorbos pequeños mientras Elsa todavía removía con la cuchara.
Hablamos de la nueva sombrerería milanesa que abría al día siguiente en el centro. Decidimos los modelos que compraríamos, y cuales regalaríamos.
Todas alabamos el té, una vez más, como todos los días, antes de irnos.
Elsa se ofreció para comprarle una tetera nueva.
—Conozco una tienda... —empezó a decir.
No tardamos mucho en ir de nuevo a tomar el té. El día del entierro de Elsa. Después de servírnoslo miró largamente a la señorita Irma, nueva en la ciudad, que ese día llevaba una pamela enorme, deliciosa.
—He llorado sobre la tetera —confesó con un gesto dramático.
Bajo la pamela la señorita Irma siguió removiendo su taza. Nosotras hablábamos de la sombrerería y del baile de esa semana.
Antes de irnos, por supuesto, alabamos el té.
—He llorado sobre la tetera —nos confesó.
Repartió las tazas y fuimos tomando sorbos pequeños mientras Elsa todavía removía con la cuchara.
Hablamos de la nueva sombrerería milanesa que abría al día siguiente en el centro. Decidimos los modelos que compraríamos, y cuales regalaríamos.
Todas alabamos el té, una vez más, como todos los días, antes de irnos.
Elsa se ofreció para comprarle una tetera nueva.
—Conozco una tienda... —empezó a decir.
No tardamos mucho en ir de nuevo a tomar el té. El día del entierro de Elsa. Después de servírnoslo miró largamente a la señorita Irma, nueva en la ciudad, que ese día llevaba una pamela enorme, deliciosa.
—He llorado sobre la tetera —confesó con un gesto dramático.
Bajo la pamela la señorita Irma siguió removiendo su taza. Nosotras hablábamos de la sombrerería y del baile de esa semana.
Antes de irnos, por supuesto, alabamos el té.
6 pisaron la hierba:
Té de lágrimas. Estoy pensando... No estaría mal una tertulia a las cinco, acompañada de unas galletitas, si acaso. Si acaso a la anfitriona no le importara convidar a un hombre sin sombra, o a una sombra sin hombre, que lo mismo da.
Apunte: cuando dices No tardamos mucho en ir de nuevo a tomar el té. El día de su entierro. Después de servírnoslo miró largamente a la señorita Irma, no se entiende bien de quién es el entierro. Deduzco que el de Elsa, pero el narrador está hablando en ese momento de las acciones de la mujer que sirve el té y parece que lo estuviera sirviendo el espectro de la propia anfitriona. Bueno, me pareció a mí.
Un té delicioso, gracias.
Qué razón tienes,hank. He añadido un Elsa por ahí a ver si queda más claro.
¿Prefieres el té con leche, miel, azucar o solo?
¿Quizás un espacio blanco entre empezó a decir y No tardamos mucho?
Felicidades arilena.
Tetera, sombreros, se podría celebrar muy bien; parecida a las fiestas de no-cumpleaños.
Hola arilena:
me gusta el té
me gusta escribir
me gusta como escribes
me gusta to do eso
tendría que tener un poco más de suerte nada más
debemos continuar regalándole arte al mundo
puedes visitarme en
proyectoazucar.blogspot.com
saludos
J.
La fista de no-cumpleaños la celebraré en cuanto acabe los exámenes y... no sería mala idea, no, una fiesta con sombreros y teteras.
Ummm
Interesante...
Bienvenido dragón de azucar, en cuento tenga un poco de tiempo me pasaré por tu blog, a leerte, con calma y disfrutando como ha de hacerse siempre con la lectura.
Publicar un comentario