o 1 Campo 2 Ca 3 Campo 1 Co 2 Campo 2 Campo 3 Campo 3 Campo 3 Campo 3 Ca 3 Campo 3 Campo 3
o 1 BUZÓN AGENDA PARA LEER ANDANDO HUELLAS AJENAS LITERATURAENBREVE

miércoles, 23 de abril de 2008

Día del libro / Por eso había decidido

Para Lucas, por la idea

Al escritor a tiempo parcial nunca le habían escuchado cuando decía aquellas cosas, extrañas a los oídos de los demás. Por eso había decidido. Ese día el escritor que sólo podía escribir en su tiempo libre había apartado la mesa y las sillas contra las paredes del salón. Había elegido los mejores libros, los libros de su vida, aquellos que todavía buscaba por la noche al despertar de un mal sueño. Eran dos pilas grandes que, al escritor que siempre quiso dedicarse a escribir pero no tenía tiempo, le parecían casi hermosas con aquella luz amarillenta. Pero había decidido.
Entonces cogió uno de los libros, lo abrió, lo acarició, leyó un poco aquí y allá, y cuando encontró el lugar exacto, con un gesto preciso y rápido para evitar el dolor, arrancó la página y la dejó a un lado.
El escritor a ratos tuvo que sujetarse la cabeza con la mano, coger aire, mirar hacia los demás libros con cariño. Pidiendo perdón. Aún así cogió el siguiente, porque había decidido hacerlo. Aquel lo había leído de niño, en la escuela, escondiéndolo debajo de un libro de texto mientras la maestra se afanaba con los números. Arrancó tres páginas y sacudió la cabeza antes de coger otro libro más.
Cuando acabó, los montones yacían desordenados, revueltos por el suelo. El escritor que no podía dedicarse a escribir, sin soltar aquellas hojas arrancadas, cogió la cinta adhesiva que había tenido buen cuidado en dejar preparada.
Empezó por los pies, era lo más fácil. Fue pegándose las hojas una a una a la piel. De vez en cuando paraba y volvía a leer el fragmento que había quedado a la altura de la rodilla, o el que le colgaba de un costado. A veces sonreía, con esa sonrisa triste de quien sabe que no puede tenerlo todo. Pero lo único que podía importarle en ese momento, lo había decidido así, era el cosquilleo de las páginas sobre el cuerpo, el estar cubierto de tinta y papel; el saber que, poco a poco, cuando se acurrucara pensando en el poco tiempo de su vida que había dedicado a escribir, al final se estaría convirtiendo en su propia historia.

11 pisaron la hierba:

ETDN dijo...

¡¡TURIPILEPA!!

Feliz día del libro. Quién sabe, a lo mejor nos cruzamos en la tarde-noche de librerías y actos literarios :P

Yo también he participado en el concurso, mi relato se llama "La máquina de café".

besazo

y qué más da... dijo...

Qué desconocida es la angustia que siente el escritor a tiempo parcial ¿verdad?
Suerte con el concurso.
David

Carlos Frontera dijo...

Fantástico relato del escritor a ratos.

Me queda una duda: ¿seleccionaba las páginas que arrancaba por algún motivo en concreto o la elección de ésta en lugar de aquélla dependía del azar, y le selección ya se produjo al decidirse por un libro y no por otro?

Al menos le queda el consuelo último de convertirse en su propia historia (o de creerlo).

pd.- el supervisor de palitos inclinados por el poniente ha detectado uno de más: ...con esa sonrisa triste de quién sabe que no...

Un abrazo.

Arilena dijo...

ETDN, acabo de regresar. Me he ido fijando pero no creo habérte reconocido en ningún lugar... Coincideremos seguro en algún otro sarao literario, que mayo se anuncia florido en ese sentido. Un abrazo y
Turipilepafelizdíadellibro.

Arilena dijo...

Bienvenido oficialemente por aquí, David. Es ese no poder sacar tiempo cuando hace falta... Aunque yo estoy convencida de que vivir del cuento es imposible, se mire como se mire, si no te quieres vender.

Arilena dijo...

Te tomé la idea del escritor prestada, que me encantan tus series con personaje escritor.
Es una buena pregunta. Yo lo hice con consciencia de que busca la página adecuada, justo esa y sólo esa, (yo por ejemplo me quedaría con la página 216 de El guardián entre el centeno entre otras, pero especialmente con esa)

pd.-Te nombro, a partir de este momento, corrector oficial de palitos.
Gracias por el apunte, que la ortografía nunca fue lo mío.

Anónimo dijo...

Hola. Vengo rebotando de Relataduras con cactus. Me ha gustado mucho subirme a la noria del dragón del domingo pasado. Y me has hecho pensar mucho con lo de las páginas a quedar de los libros, cada una por sus razones, ¿pero, de qué edición?

No pisaremos la hierba. Un saludo.

Arilena dijo...

Bienvenido Carlos al jardín. Ya ves, vienes de leer cactus y aquí encontrarás más vegetales (o animales) de vez en cuando.
Cualquier edición debería valer, al fin y alcabo tendrán que decir lo mismo ¿no? Lo único que habrá que hacer será buscar la página exacta, allá donde esté.

Vuelve cuando quieras, serás bien recibido.

Anónimo dijo...

(Gracias por la invitación, Arilena)

Acabo de pensar que no tengo páginas perfectas, definitivas con las que cubrir mi cuerpo, pero sí hay viñetas de cómics, no páginas, que son para mí algo muy importante desde su primera visión. Soy dibujante y algo tendrá que ver, seguro. Me imagino que los músicos también tendrán sus minutos o segundos preferidos. ¿Los jardineros sus dicotiledóneas? Sigo sin pisar el césped. Un saludo.

Arilena dijo...

Los músicos las tienen, seguro (yo te lo puedo decir) pero en vez de en páginas lo miden en pentagramas o en compases.
Los jardineros dicotiledóneas y los microbiologos sus queridas arqueas.

Anónimo dijo...

Di que sí, Arilena. Cada cual a lo suyo.