Bodas de plástico
Una mano la alejaba. Ella iba vestida de blanco. El silencio se sentía en el aire mientras dentro, a través de la puerta, sólo le llegaban, casi lejanas, las notas del órgano prendidas en el aire.
Miraba a través de la cerradura como ella era arrastrada, vestida de blanco. Cómo la colocaba al lado de otro, del que no era. Aunque quería abrir la puerta, irrumpir en medio de toda aquella gente bien vestida, permaneció inmóvil mirando a través de la cerradura.
—Sí, acepto —oyó a lo lejos, la voz de ella.
Sí acepto, sí acepto, sí acepto...
La voz seguía en su cabeza y no podía dejar de escucharla.
Se dejó caer, con la espalda apoyada en la pared resignado. Sacó un pañuelo y lo mojó y luego, con decisión empezó a pasárselo por la cara. Mientras lo hacía, sentía como iba desapareciendo poco a poco. Dejó de ver, de oír, borró su cara. Luego, a ciegas, puso el pañuelo a un lado y apretando los dientes (lo que antes habían sido dientes y que ahora no era más que un acto reflejo para aguantar el dolor) y empezó a desprenderse de una de sus piernas. Pero no gritaba, no podía. Luego la otra y los brazos, hasta quedar convertido en un montón de piezas de plástico. Plástico todo, piezas de plástico sin ningún sentido.
1 pisaron la hierba:
las bodas suelen tener ese efecto, lo dejan todo echo pedazos,solo que con el tiempo :D.
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