Mamá
Y...
Ta ta ta chan. (trompetas)
Prom prom pororororoborm. (tambores)
Ti tirurí tu. (flautín)
Plas (platillos)
II Premio de relato mínimo Diomedea
Una nunca podrá decir lo suficiente el honor que es ganar un concurso como este, pequeñín (de momento) pero del cual sabes el gran valor que tiene. Sí, eso, valor digo y no premio. Porque vale mucho (a mí me ha emocionado más que cualquier otro concurso) saber el cariño, el amor por el cuento que hay detrás de algo así. Vale mucho intuir quienes puede que estén ahí de jurado (y si son los que yo intuyo, creáme, puedo echarme a temblar porque... que hayan escogido el mío —un cuentito así, de una veinteañera pocacosa y todavía aprendiza en esto— es mucho, mucho, mucho). Y lo vale porque muchos otros cuentos merecían el premio, seguro.
Mis felicitaciones al resto, a los finalistas y a los mención especial. El mayor premio es saber que hay tanta gente que todavía ama esto de escribir. Tanta gente que ama el cuento. Mi recomendación: leer los demás cuentos que están en la Bitácora de Sergi Bellver (y también los de la primera edición) y hacer tiempo para ir descubriendo poco a poco cada una de los blogs de los autores, que hay verdaderas joyas.
Gracias.
* * * * * *
—Mamá —digo.
La he atado a la silla, con los ojos vendados, allí en medio de la habitación de los cachivaches. La vacié antes, sí, la habitación. Sólo dejé en la pared aquellos estúpidos platos de porcelana que mamá compraba rotos en el Rastro y que luego unía con miel caliente.
La he atado a la silla, iba diciendo, y me he traído las ratas. Las tengo en los bolsillos. Siete, siete exactas y bullen.
—Mamá —digo.
Gira la cabeza hacia mi voz. Ahora es cuando podría tratar de decir algo, de convencerme ¿de qué? No sé, sólo de convencerme.
Huele las ratas y se estremece.
—Mamá —digo.
Se estremece.
Bajo una rata al suelo. Dejo que corretee. Las esquinas están vacías y vuelve pronto al centro, a la silla, entre las patas, entre sus pies.
—Mamá —digo—. Mamá.
21 pisaron la hierba:
Enhorabuena, Arilena, por tan merecido premio. Pero enhorabuena sobre todo por haber escrito un cuento tan formidable. Muchos besos.
Bravo, está muy bien
Mis felicitaciones, un premio merecido, el cuento es estremecedor.
Besos
feliz me quedo entre los mencionados esta vez, para comprobar que el cuento ganador es COLOSAL.
gracias. gracias. gracias.
Enhorabuena, Arilena.
Aunque he de reconocer que, en la primera lectura de tu cuento, me pareció que era excesivo lo que no contabas, una segunda lectura me descubrió un relato inquietante.
Tal vez, como dice Sergi, se pueda pulir un poco. Pero lo que es innegable es que el cuento provoca algo, que no deja indiferente, se sale de él con una sensación distinta a la que tenías al entrar.
Entrañablemente escalofriante, Ana.
Me alegro de las medallas. Ningún triunfo es pequeño.
Felicidades Arilena, un microrelato mínimo por lo que no dices, en ocasiones, la más difícil de hacer.
DE nuevo felicidades.
felicidades
me gustaría saber el antes y el después, es un fragmento que parece querer crecer!
saludos
Muchas gracias a TOD@S (y bienvendidos a los que os paseis por aquí la primera vez)
PD: ¿Alguien sabe de algún remedio infalible para que no se note tanto el rojo en la cara? :p
Enhorabuena, guapa.
Chiki
Chiki. ¡Qué alegría verte por aquí!
Muchas gracias.
Besos
Muchas felicidades, Arilena. Es un microcuento genial.
Javier, tu profe, mi alumno, tiene que sentirse tan orgulloso como lo estoy yo, por contagio.
Te seguiré leyendo, tienes un blog estupendo.
Abrazos,
Enrique
¡Felicidades por el premio! Me ha encantado el relato mínimo.
¡Sigue así! :D
Mis felicitaciones. El relato tiene calidad, e inquieta.
Aprovechando que disponía de un poco de tiempo, me he dado un paseo por tu blog. No temas, he dejado todo en su sitio.
Con tu permiso, te enlazaré.
(Por cierto, gracias por enlazarme; sólo una cosa: es con x, no con s: extremófilos).
Saludos.
Lo mío tiene delito. Y más cuando en una semana tengo examen de bichitos bacteriosos: extremófilos, halófilos, termófilos... toda la variedad.
Gracias por enlazarme. En cuanto recupere mi vida pasaré y visitaré más a fondo tus letras.
¡Enhorabuena! Me ha gustado mucho el cuento, muy inquietante.
A mí siempre me pasa lo mismo cuando leo algo que me gusta: me da un dolor de barriga, un vértigo tremendo (¡por qué, por qué no habré escrito yo algo así!) y sólo se me pasa si me decido a lanzarme al vacío y escribir.
Vaya, está visto que tendré que aprender a convivir con el dolor...
Calros a mí también me pasa eso cuando leo algo que me gusta (que me entusiasma) y tengo que gruñir, para que nadie más me oiga, eso de ¡Será cabrón! ¡Será cuentista el muy...!
Y claro, por supuesto, hay que saltar al vacío.
Y sin red.
¡Felicidades por el premio!
Dice tu perfil que tienes 20 años, ¿está bien ese datillo?
Bienvenido ericz. Gracias por pasarte y felicidades a ti también por la mención.
... sí, creo que el perfil está bien y ya empiezo con los doses... snif, snif...
;)
Vuelve cuando quieras.
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